martes, 16 de mayo de 2017
Era una mujer con un nombre y una vida en consonancia. Irónica descripción para definir el silencio en el que se hallaba sumida. Ese espacio hueco solo interrumpido por los buenos días de cortesía en el ascensor y del qué se debe al al regresar a casa con la compra de la tienda de la esquina.
Soledad había perdido a sus amigos con el paso del tiempo. En un mudo interludio entre llamadas telefónicas que se convirtió en la pieza principal a interpretar. Ella tenía claro que no era lo mismo perderles que no tenerlos. Una sutil diferencia que le hacía sentir mejor.
Y amaba intensamente. Quizá de una manera tan vívida que jamás nadie lo haya sentido así antes. Porque en el silencio de su hogar se podían oír las mariposas en su estómago, el fuerte latido de su corazón y notar el calor que desprendían sus mejillas en los momentos íntimos de pasión. Momentos en los que solo la acompañaban las caricias expertas de sus propias manos y el hombre que quisiera en su imaginación.
Era una mujer con un nombre y una vida en consonancia.
Emma Sagen
¡Bienvenidos a esta página, queridos lectores! Ojalá que entre todos la convirtamos en un refugio de literatura y vida. Dejad aquí vuestra huella.
Majestuosa descripción de la mujer en soledad entre letras e imágenes, me ha encantado Emma, se siente en tus letras esa mano en soledad acariciada por ella misma.
ResponderEliminarMe ha encantado tu texto.
Besos y feliz día.
No sabes cuánto me alegro de que te haya gustado, además después de escribirlo pensé en ti, sabiendo el nivel que tienen tus textos si te gustaría o no :-D
Eliminar¡Besos!
Hola Emma, la soledad siempre llama a la soledad, implacable texto....
ResponderEliminarGracias, buen día, besos atronadores
Don Vito es verdad que hay veces que la soledad acompaña mucho más...
Eliminarmuy bonito relato. al ver el título creía que era sobre el sentimiento de soledad, luego me ha parecido que era sobre una mujer con ese nombre, y después he visto que era ambas cosas.
ResponderEliminaruna soledad sólo comparable a la que se siente en la escuela de industriales de la politécnica de madrid. allí la gente era tan simpática y divertida... (ironía on)
besos!
Recuérdame que no me acerque mucho a la escuela de industriales jijiji
EliminarMe alegra que te gustara el relato, Besos